En 2000, Lionsgate estrenó la ingeniosa sátira de terror de Mary Harron , American Psycho . Christian Bale , en una de sus mejores actuaciones , interpreta a Patrick Bateman, un yuppie de Wall Street que también es (posiblemente) un consumado asesino en serie. American Psycho, que combina brillantemente humor con terror genuino, se ha mantenido como un clásico de la comedia negra que sigue siendo infinitamente relevante debido a su política cinematográfica. Dependiendo de cómo alguien interprete la película, la película es a la vez una crítica mordaz del capitalismo , la cultura yuppie, la blancura y la masculinidad.

En 2002, durante la era del auge de las secuelas directas a video de las tiendas de alquiler , Lionsgate siguió la película de Harron con una secuela, American Psycho 2 (la película a veces se subtitula All-American Girl en los materiales promocionales, pero el subtítulo no está presente). en la tarjeta de título real de la película). Dirigida por Morgan J. Freeman (no, no ese Morgan Freeman ), la secuela está protagonizada por Mila Kunis como Rachael Newman, una estudiante universitaria que estudia criminología con el profesor Robert Starkman ( William Shatner ). Ah, y sí, ella también es una asesina en serie. Pero a diferencia de Patrick Bateman, aquí no hay ambigüedades, ni con respecto a los asesinatos de Rachel ni con los matices temáticos. La mera idea de una secuela de algo tan singular fue suficiente para hacer que el autor de la novela en la que se basa la primera película, Bret Easton Ellis , se burlara mucho antes del estreno de la secuela . La recepción en los años posteriores al estreno de la película tampoco ha sido amable, e incluso Kunis la calificó rotundamente de mala película y pidió que no se produjeran más secuelas. Pero, ¿qué pasa con American Psycho 2 que es tan malo que la propia estrella de la película la ridiculizaría en los años inmediatamente posteriores a su estreno?

‘American Psycho 2’ le falta el respeto al original

Tal y como Kunis ha afirmado públicamente, lo que acabó convirtiéndose en una secuela de American Psycho no pretendía tener relación con la película original. Si bien la secuela no necesariamente parece haber sido reeditada perezosamente para ser una continuación, definitivamente hay grietas que ejemplifican la tensa relación entre los dos. Esto es más evidente en cómo la película aborda el personaje de Patrick Bateman . En el prólogo inicial de la secuela, una joven Rachael ( Jenna Perry ) está atada a una mesa mientras Bateman (ahora interpretado por Michael Kremko ) mata a su niñera. Capaz de deshacer sus confines, Rachael se libera y mata a Bateman con un picahielos. Ahora bien, la cuestión aquí no es que Bateman sea inmediatamente eliminado de la narrativa. La cuestión es que la versión de Bateman de la secuela es una mera referencia al fascinante personaje de Bale .

La primera toma de la película muestra a Bateman abriendo el refrigerador para agarrar su mascarilla refrescante. Cuando el frigorífico está abierto, vemos una cabeza cortada en el frigorífico. Lo que se supone que son escalofriantes recordatorios de la película original parecen nada más que devoluciones de llamadas sin vida . Cuando se encuentra una cabeza cortada en el refrigerador del departamento de Bateman en la película de Harron, la cabeza se coloca cerca de la parte posterior del estante, envuelta, para alentar al espectador a prestar atención a la puesta en escena y observar de cerca los alrededores de Bateman. . En la secuela, la cabeza se coloca directamente en primer plano sin ningún florecimiento artístico, solo se despliega para generar impacto. El uso de la mascarilla también es incompatible con la película original, ya que Bateman, en voz en off, describió la mascarilla refrescante como parte de su rutina matutina, no como parte de su ritual asesino. La secuela, por tanto, intenta descaradamente conectarse con la primera película sin siquiera parecer apreciarlo .

El tratamiento que la secuela da a Bateman es especialmente frustrante si se considera que lo explícito del prólogo deshace la ambigüedad narrativa en la que la primera película pasó todo su tiempo de ejecución. Como han señalado otros críticos , en el universo de la segunda película, no hay duda de que Bateman era de hecho un asesino en serie. La ambigüedad de la película original requirió una audiencia activa y que los espectadores interpretaran qué elementos de la perspectiva de Bateman eran reales o imaginarios, contribuyendo a la exploración temática de la percepción de la película. Al eliminar cualquier oportunidad de interpretación a los pocos minutos del estreno de la película, American Psycho 2 no respeta lo que hace que la primera película sea tan conmovedora y prepara a los espectadores por la falta de arte que impregna la secuela.

‘American Psycho 2’ carece de creatividad y encanto

La falta de creatividad de la película se ejemplifica en la incapacidad de American Psycho 2 para recuperar el tono o recrear la sátira de la película original . El conflicto impulsor de American Psycho 2 es que Rachael quiere desesperadamente ser la asistente de enseñanza de Starkman porque la persona en ese puesto generalmente termina yendo a Quantico para entrenar para el FBI. Debido a que mató a Bateman cuando era niña, Rachael ahora se ha propuesto como misión de su vida cazar a otros asesinos en serie, y el FBI es, para Rachael, la única manera de hacerlo. Luego pasa toda la película matando a su competencia por el puesto, con solo su psiquiatra, el Dr. Daniels ( Geraint Wyn Davis ), detrás de ella. La premisa definitivamente parece que podría abordarse con un sarcasmo encantador. Después de todo, el asesino supuestamente cruel de la película está matando a otros estudiantes universitarios para que puedan ser asistentes técnicos

Debería ser histérico que Rachael esté asesinando gente para poder calificar trabajos y comprobar la asistencia. Sin embargo, extrañamente la película no logra encontrar humor en este escenario. Claro, la importancia del puesto de asistente técnico para Rachael es lo que ayuda a que la película la represente como una sociópata, pero nunca se hace con un guiño. Si American Psycho 2 hubiera tenido, digamos, una escena en la que cada uno de los contendientes al puesto comparara cómo pasan lista, podría haber habido un momento que rivalizara con la notoriamente hilarante escena de comparación de tarjetas de presentación de American Psycho . En cambio, el puesto de asistente técnico simplemente sirve como motivación para Rachael.

La incapacidad de American Psycho 2 para fusionar la ironía en su premisa también significa que la película no logra aportar ningún comentario cultural significativo . En la lectura más generosa, tal vez alguien podría argumentar que la película promueve la educación superior o critica a las autoridades. Pero cualquier argumento de ese tipo sería una verdadera exageración. Mientras que el enfoque de American Psycho hacia las convenciones del slasher fue utilizar el sexo y la muerte atribuidos tan a menudo al subgénero como un comentario sobre la violencia y el vacío del consumismo, los hombres de negocios y los que están en el poder, la implementación de dichas convenciones en la secuela es mecánica. La película no tiene nada significativo que decir , por lo que la violencia no tiene un impacto persistente más que ser violenta y dicha violencia ni siquiera está filmada con la suficiente habilidad como para ser impactante.